Tenemos muchas ilusiones puestas en esta sima.
El tiempo dirá.
El sábado 16, volvimos a organizar un pequeño equipo para continuar con los trabajos.
Tenemos unas cuantas incógnitas...
Nos juntamos Ascen, José María, Víctor y yo.
Hace un frío que pela y está medio lloviendo, pero no pasa nada. Somos unos estúpidos locos entusiastas.
En la boca de la sima, nos damos cuenta del paisaje...todo nevado desde el Montdúver, La Safor, Aitana, Mariola...un paisaje precioso.
Pero nosotros, a lo que vamos. Instalamos rápido, dentro de la sima, se está muy "agustico".
Vamos directo al -40m, que topografiamos semana pasada.
Y directos al trabajo, yo me pongo a desobstruir justo en el paso donde semana pasada no pudimos continuar.
Jose María, al más puro estilo "espeleoloko", se pone manos a la obra con la continuación de la diaclasa.
Mientras tanto Víctor y Ascen, se supone que están haciendo fotos...sí, hacer han hecho un "huevo", pero el 80 % borrosas. Aisssss!!!
Unas 3 horas después pedimos el relevo a Victor y Ascen.
El paso que se nos atragantó semana pasada, está limpito y cedo la oportunidad a Ascen, que está más flaquita que yo, y también más guapa.
Baja unos 4 metros, pero desgraciadamente llega a otra fractura que a izquierdas y derechas es impracticable.
Trabajo en balde, es lo que tiene.
Descansamos un rato.
Ahora toca el turno de ver lo que ha sembrado Jose María.
Voy yo a echar un vistazo. No me pasa ni el casco, pero consigo meterme.
Lo justo, para poder ver que la diaclasa continua muchos metros, quizás 20 o 30 metros más, pero con unas estrecheces totalmente inaccesible.
El Pastor nos ha metido el segundo gol, y estamos ya en la recta final de la jornada.
Pastor 2 - 0 Espeleolokos.
Me temo lo peor.
Me temo que, aunque es indiscutible que la fractura continua tanto vertical como horizontalmente, no podamos explorar lo que hay más allá.
Comemos algo rápido y echamos un últimos vistazo a la esta zona.
Y, es en ese momento, cuando vemos un posible paso que cae a un nivel inferior. Desde arriba parece que continua y coge la dirección que venimos teniendo desde hace unos metros.
Hay que desobstruir.
Eso deberá ser en otro encuentro.
Nos vamos para arriba con buen sabor de boca, tenemos más trabajo en la sima.
Aprovechamos la ocasión para salir de dudas con la primera incógnita.
Jose María va delante y yo voy detrás con aparatos de topo y cámara. Parezco una burra.
Una pequeña trepada en oposición, nos lleva a un rinconcito precioso, lleno de formaciones, una salita de máximo 2 x 1 m, que, a través de una estrechez cómoda, lleva a otra sala con más formaciones, con unas dimensiones de 4 x 2. Y al final de esta sala, se abre otra fractura tanto ascendente como descendente.
Jose María y yo nos quedamos con la boca abierta.
En la espeleo, nunca sabes lo que puede pasar.
Empatamos el encuentro en el descuento.
To be continued...
Un saludo
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